Hoy os presentamos una boda que nos apetecía un montón enseñaros. Porque es de esas celebraciones llena de momentos inolvidables y detalles únicos. 1 arco de flores, 1 perro, 7 damas de honor, 200 globos, 180 suculentas, 2 bandas de música, 32 farolillos dorados, varias motos y muchos moteros hicieron de esta boda un día más que especial.
Laura quería que su boda fuera, además de bonita, cálida y única, y ante la falta de tiempo para organizarlo todo, decidió ponerse en contacto con nosotras. En seguida nos pusimos en sintonía con ella para que todo fuera como lo había soñado y sin estrés.
La novia estaba espectacular con un vestido blanco de Joaquín Pérez Valette con un vistoso cuerpo y una falda salpicada de plumas. Un ramo presidido por una preciosa protea rosada y con aspecto salvaje, completaba un look ideal.
Los invitados a la boda, provistos de sombreros panameños, abanicos y “acreditaciones” que diseñamos especialmente para la boda, asistieron a la ceremonia civil en el jardín. Una celebración iniciada con una coreografía de la novia con sus damas de honor en la que todos arrancaron a bailar.
Después del “sí quiero” los novios invitaron a sus amigos y familiares a una bonita suelta de globos, en la que los invitaban a dejar volar los mejores deseos para su nueva vida juntos.
En el aperitivo, un grupo de música puso la banda sonora a un ambiente familiar y festivo marcado por las delicias de Jubany Catering.
Una mesa llena de suculentas, en macetas de color menta, blanco y rosado, indicaban con unos pequeños banderines dónde debía sentarse cada invitado en la cena, ¡todos se llevaban encantados su regalo!
Para la cena, ideamos junto a Laura y al equipo de Crimons, un montaje romántico con toques modernos… la novia se atrevió a mezclar manteles de diferentes colores con una silla clásica, ¡fue una combinación súper original para una noche de verano! Cada mesa estaba presidida por farolillos dorados llenos de flores coloridas y suculentas, y vasos de velas tallados en diferentes tonos oro, que daban un toque de brillo tan sutil como elegante.
Fue una boda llena de amigos y familia, que estuvo llena de grandes y emotivos momentos y que terminó con bengalas, música en directo, disfraces, una caravana de crepes y muuuuucha fiesta.
Si os habéis quedado con ganas de más, podéis ver todas las fotos de la boda en nuestra web.
¿Planeamos juntos vuestra boda en una noche de verano?