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Ana y Héctor. Una boda a todo color

Esta pareja quería que su boda fuese pura diversión, muy familiar, llena de color y buena gastronomía. De ellos nos gustó mucho su sencillez, su alegría y las ganas que le ponían a todo por eso lo que les teníamos preparado era una muestra de lo que son: color, luz y alegría.

Ana y Héctor se dieron el sí quiero una tarde de junio en una finca a las afueras de Barcelona. Cada uno pasó la mañana con sus familias, arreglándose para el momento. Ana además recibió la visita de su hermana y sus sobrinitos. ¡Estaba feliz!








La ceremonia sería al aire libre, en el que es para nosotras el rincón más mágico de la finca, justo al lado de la fuente del jardín. Era ideal para llenarlo de color y frescura, por eso, junto a la pareja, la protagonista era una guirnalda enorme llena de flores de colores vivos que nacía del mismo árbol. 

Por fin llegó el momento tan esperado y todos los invitados disfrutaron de ver entrar a Héctor con su cautivadora sonrisa… feliz y a la vez nervioso. Al novio se le iluminó todavía más la cara al ver entrar a Ana, ¡y es que estaba guapísima! Lució un sencillo vestido de Marta Martí , con un ramo de colores siguiendo con el resto de decoración que diseñamos para la boda. Su entrada fue de lo más emocionante, al igual que sus votos y los discursos que pronunciaron sus mejores amigos. ¡Hasta se nos escapaban las lágrimas a nosotras!
















¡Y ya los teníamos casados! Después de la ceremonia, novios e invitados disfrutaron de un aperitivo animadísimo con un grupo de música que arrancó los primeros bailes del día, una decoración moderna llena de color y flores, un entorno precioso, calorcito… y todo acompañado de cervezas artesanas personalizadas con el diseño de la boda ¿acaso faltaba algo para disfrutar de esa gran tarde de verano?






















Costó mucho acabar con un aperitivo tan animado… pero lo que les esperaba para la cena, ¡era aún mejor! Colores fuertes, enérgicos y alegres; mesas interminables llenas de flores increíbles y un techo de estrellas para iluminar una mágica noche de verano.










Después de una entrada triunfal, la cena siguió llena de sorpresas, emociones y muchos muchos bailes. ¡Qué ganas había de fiesta! Para sorprender a los invitados, un saxofonista apareció cuando terminaban de cenar con un temazo, levantando de las sillas a novios e invitados. ¡Y seguía la fiesta!









En frente de la casa, e iluminados por cientos de bombillas, los novios hicieron su baile al ritmo de With or without you, versionada con el saxo. Siguió una fiesta interminable con podiums y batallas de bailes, el resopón del novio y de la novia (fruta deshidratada vs. churros… ¿quién ganaría?) y un espacio donde grabarse para dejar mensajes a los novios… ¡vaya recuerdo se llevaron!





Nos encantó trabajar con Ana y Héctor, crear con ellos el día más especial de su vida y transformarlo en algo que les definiera como personas y como pareja. Y es que cada boda es única y diferente, como sus protagonistas, y a nosotras nos chifla innovar y diseñar desde cero cada historia.

Podéis ver más de ese día maravilloso en este vídeo:




Fotografía: Díez & Bordons


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