Novios que se convierten en amigos y a los que echamos mucho de menos una vez pasada la boda… así son Naty y Albert. Una alegre pareja que quería una boda divertida, íntima y llena de color.
Naty es mexicana y, por eso, desde la línea gráfica hasta la concepción del estilismo de la boda, fue con la idea de crear una ambiente mediterráneo para una cena al aire libre con vistas al mar, pero con un colorido que recordase a su querido Mexico.
Ella estaba guapísima con su espectacular vestido de Rosa Clarà y su «algo azul» que fueron sus zapatos Badgley Mischka.
Escogimos para su boda un precioso hotel rural, en el que pudieron alojarse junto a sus familiares y amigos más cercanos para disfrutar juntos de los días que pasarían en Barcelona.
La ceremonia tuvo lugar en los jardines del hotel, y fue emotiva y entrañable, ya que era un encuentro entre amigos de todo el mundo, familiares catalanes y familiares que venían desde Mexico…
La sorpresa del aperitivo fue un grupo de mariachis que pusieron el ritmo mexicano a la velada. Más tarde, tras consultar su sitio en el seating plan que caligrafiamos de principio a fin, todos disfrutaron de la cena al aire libre que empezó con la entrada de los novios entre bengalas y unos invitados entregados…!
Naty que es una excelente pastelera, hizo para su propia boda una naked cake que nada tenía que envidiar a las de las pastelerías profesionales!
Para el baile, montones de accesorios divertidos y luminosos traídos desde Mexico fueron los culpables del éxito! y si queréis saber como acabó todo… en la web tenéis más detalles ;)
Fotos: Diez & Bordons